Preferentes y subordinadas

Resulta sorprendente observar aún a numerosos afectados acudir a diversas y distintas concentraciones ante las sedes bancarias protestando contra la estafa que supuso la adquisición de las mal denominadas preferentes. Y digo que resulta sorprendente porque buena parte de ellos aún no han iniciado las oportunas acciones tendentes a obtener la restitución de su dinero, cuando la realidad nos muestra que estamos venciendo en todas aquellas reclamaciones que hemos presentado en sede judicial.

Desde aquí animo a todos aquellos que aún no lo hayan hecho a que nos visiten sin compromiso alguno y sin necesidad de provisionar fondos para iniciar la reclamación judicial que les lleve a recuperar íntegramente su dinero. 

En su momento tuvimos ocasión de señalar en contra del criterio de muchos compañeros y asesores varios que el arbitraje que proponían las entidades no era ni mucho menos lo más acertado; del mismo modo que comentábamos que las acciones colectivas no parecían una solución. El tiempo parece darnos la razón.